sábado, 2 de abril de 2011

Fábrica de Hilados y tejidos "San Fernando"1849-1904








En 1858 ya el tranvía llegaba a la fábrica de San Fernando




"Que no te culpen mañana si, haciendo a un lado ese fantasma  que se llama gobierno,te gobiernas por ti mismo; que no te culpen mañana si, despreciando a esa meretriz que se llama justicia, te haces justicia por tu mano...
Si algún día en vez de fábricas contempláis ruinas, en vez de telares veis cenizas, en vez de riqueza tenéis miseria, en vez de pisar alfombras pisáis sangre, no preguntéis porque.Vuestros operarios todavía hoy son ovejas, mañana tal vez serán leones.
¡Ah de vosotros que provocáis su cólera! entonces ellos, tan humildes, tan resignados, tan envilecidos, os dirán el día de la justicia: "¡de rodillas, miserables!".
 José María Gonzalez
"El hijo del trabajo" 
18 de junio 1877

Antes de que existiera la fábrica, los terrenos pertenecían a la Hacienda de Peña Pobre, cuyos orígenes se remontan al principio de la época colonial ya que esa propiedad, enclavada en un asentamiento prehispánico,se otorgó a Bernardino del Castillo, quien fuera sirviente de Hernán Cortés. En los siguientes siglos, cambió varias veces de dueño, variando su extensión considerablemente.Se sabe que en la primera mitad del siglo XIX,pertenecía a Faustina y Julia Fagoaga, quienes la vendieron a Guillermo Esteban Benfield en 1845. Benfield, un hombre de ideas vanguardistas, fué quien quien transformó la hacienda en fábrica de papel al darse cuenta de que la zona boscosa circundante y la abundancia de agua aseguraban el abastecimiento de materia prima y energía.En 1849 Benfield vende el rancho "La merced", perteneciente a la hacienda a Don Ramón Cosío, quien junto con sus sobrinos;Manuel Onofre y Pedro Paredes Fundan la "Fabrica de Casimires, alfombras y artículos de lana San Fernando",teniendo como socio industrial a Sebastián Pane. En 1853 es vendida a Alexander Law; fundador de la fábrica de Loreto en Tizapan, quien la transforma para producir artículos de algodón, con Cayetano Rubio como socio capitalista.
En Tlalpan el suministro de agua fue diferente a las otras fábricas del valle de México, pues se realizó a través de ojos de agua. dentro de los mismos  terrenos de  la hacienda de Peña Pobre existían ocho ojos de agua, 5 se utilizaban  para las labores agrícolas, 2 para mover las maquinarias de Papelera Peña Pobre y Textiles San Fernando y 1 para las famosas aguas de manantial  de Peña Pobre.  
Entre 1849 y 1860, el asentamiento de los barrios de San Fernando y San Pedro Apóstol se dá como un proceso natural de poblamiento mas que en la iniciativa de los dueños de la fábrica. Los mismos operarios establecen sus viviendas en éstos barrios antiguos, contiguos al centro fabril.
El padrón 7  da cuenta de los habitantes que, al 23 de Noviembre de 1864 tenía el barrio de San Pedro apóstol en Tlalpan. Para ese entonces,dicho barrio tenía una ubicación especial al encontrarse en medio de la fábrica textil de San Fernando y de la papelera Peña Pobre.Al mismo tiempo estaba cerca de la fábrica de la  Fama Montañesa. esta situación permite comprender por que éste padrón registró un importante porcentaje de  trabajadores manufactureros: 9 fabricantes, 34 hiladores, 2 maquinistas, 2 molineros ( de la molienda de papel), 3 papeleros y 116 tejedores.
Muestra además registros de fuerza de trabajo joven con un alto porcentaje entre 20 y 40 años e inclusive 21 obreros están en el rango entre 16 y 19 años. La cantidad de trabajadores casados es alta con respecto a los solteros, pero sobresale un número significativo de trabajadores viudos.
a finales de 1860, se manifestaron las quejas de hortelanos y de las comunidades propietarias de los montes con gran variedad de árboles, La Magdalena, San Miguel ajusco, San Nicolas y San Lorenzo Acopilco. Es evidente que esto no sobresalió como algo aislado, puesto que de estos lugares fue de donde se logró el abastecimiento de madera y leña para las fábricas textiles La fama y San Fernando y la de papel peña Pobre.El problema se complicaba más porque los propietarios de las fábricas además de regular el agua, controlaban la tala de árboles por la gran demanda de "rajas"que se necesitaban para alimentar las calderas, asi como las distintas clases de maderas para los talleres de carpintería y las requeridas para hacer maquinaria.
Entre la década de 1860-1870, cuando se requirió de mayor cantidad de  fuerza de trabajo, los asentamientos de los operarios llegaron a extenderse a los pueblos vecinos de los centros manufactureros. Las habitaciones de los trabajadores se ubicaron fuera de los centros de trabajo. De acuerdo al registro de los trabajadores textiles que aparece en los padrones levantados durante los años setenta del siglo XIX en la población de Tlalpan, el asentamiento de operarios se ubica, no solo en los barrios de San Fernando, sino en el calvario, Santa Úrsula, Chimalcóyotl y en el de Niño Jesús.
En los pueblos cercanos a la cabecera de Tlalpan los padrones dan cuenta entre los tlachiqueros, pastores, labradores y jornaleros de otros trabajadores que aparecen bajo los rubros de tejedores, urdidores, trocileros, hiladores, dobladores, papeleros y costureras; estos pueblos proporcionaron ademas de los operarios fabriles para los establecimientos manufactureros, el trabajo domiciliario de producción de hilos de lana y algodón y la confección de partes de prendas de vestir requeridas por esos mismos centros manufactureros.
Entre 1861 y 1867 el comercio Mexico-norteamericano, no solo aumentó, sino que pudo quintuplicarse por la guerra civil norteamericana; durante ese periodo la especulación y el contrabando del algodón y los textiles beneficiaron notablemente las ganancias de los comerciantes de México y Estados Unidos. En este sentido, son conocidas las acciones de comercio ilícito que realizaron en México empresarios como Cayetano Rubio, Antonio Garay y Antonio Escandón, mismos que, dicho sea de paso, eran los que aprovisionaban de algodón e hilaza a las fábricas textiles del valle de México.
En 1862 el presidente Juárez decretó el aumento de salarios de 2 reales, a dos reales y medio, 31 centavos para los obreros textiles quienes tenían una jornada de 14 horas continuas para esa época.


Si bien  es cierto que la primer huelga en el ramo textil se dá en las Fábrica de San Ildefonso y La Colmena, el 10 de junio de 1865, con fatales consecuencias para los obrero s, pues son acribillados por el Prefecto de Tlalnepantla,: Eulalio Nuñez, quien junto con 25 hombres armados disparan contra  los trabajadores desarmados hiriendo a muchos de ellos; 
En 1866 se efectúa un paro laboral por reducción salarial y prolongación de la jornada de trabajo en las fábricas de San Fernando, La Fama Montañesa y La Magdalena Contrera.
Los operarios de : La Fama Montañesa; San Fernando y la Magdalena, se quejaron de la actitud de los patrones para prolongar la jornada de trabajo, y, como respuesta decidieron suspender sus labores.
En esta ocasión, la situación de tensión que se vivía por el movimiento reivindicativo en dichos centros fabriles no fue resuelta por la fuerza pública, pues la agudización del conflicto bélico entre los republicanos y el imperio de Maximiliano llevo a que los dueños de las fábricas textiles no contaran con toda la protección gubernamental necesaria para contener el descontento obrero. 
,En 1867 una protesta  por los mismos motivos que culmina en 1868 en la Huelga de La Unión Mutua de Tejedores del Distrito de Tlalpan (  fábricas de Tlalpan y de San Angel) exigiéndo:
1.- Un mejor trato de los supervisores de las fábricas;
2.- Contra el abuso de autoridad con las obreras; 
3.-Material de buena calidad para realizar el trabajo;
4.-Contra las tiendas de Raya; y, 
5.-La jornada de 12 horas para las trabajadoras.
En 1868  los dueños de las fábricas textiles: San Fernando, La hormiga, La colmena, La Fama, La Magdalena y otras en el Distrito Federal hicieron un paro de labores de 4 meses alegando sobre-producción. cerca de 1000 obreros cesantes emigraron a Puebla, Orizaba y Tlaxcala en busca de trabajo.Los dueños de las fábricas las volvieron a abrir pagando solamente los 25 centavos que  ganaban antes del aumento decretado por Juárez.
A partir de 1870 la ocupación de la fuerza de trabajo femenino e infantil  se incrementa con la incorporación de doncellas o jovencitas solteras a las labores de tejido y la utilización de niñas y niños en las taréas de limpieza y mantenimiento de las máquinas, de herramientas tanto como de aséo de departamentos y talleres
Los Centros manufactureros estuvieron trabajando, por lo general con mas de 100 operarios, incluso en tiempos de guerra; antes que proveer de hombres a la leva, los propietarios de las fábricas- haciendas cubrían con cuotas de producción manufacturera o con granos básicos a los distintos ejércitos.En el año de 1972, cuando varias fábricas del valle de México recurrieron al despido de operarios,se mantuvieron en las labores a mas de una centena de trabajadores.Los propietarios  de los centros manufactureros contaron con terreno que destinaron a la construcción de viviendas que albergaron a una proporción considerable de los trabajadores y sus familias. El alquiler de cuartos y la compra de víveres dentro de las instalaciones de la fábrica fue parte de un sistema cohercitivo, para asegurarse un contingente permanente de trabajadores.Es decir, se observa la tendencia entre las familias obreras que el esposo y la esposa son operarios y los hijos de ambos se incorporan al  mundo fabril en su apoyo.( niñ@s de 6 y 7 años )
A lo largo del siglo XIX no dejaron de levantarse pequeños santuarios, capillas y Parroquias,-muchos construidos con el trabajo voluntario de los operarios-, tanto en las instalaciones de los centros manufactureros, como en  otros espacios de las inmediaciones.
Además de la iglesia que existía en la cabecera municipal,los dueños del centro de trabajo acostumbraban construir capillas para las familias de los propietarios y otras para el personal administrativo de la fábrica. 
 Tambien, contiguo a los centros manufactureros se edificaron iglesias a las que asistían los operarios como sucedio en... San Fernando. ( Antigua Parroquia en honor a  San Pedro y San Pablo,  al costado sur una placa conmemorativa dá cuenta de la última ampliación  a costa "voluntaria " de los operarios de  la fábrica de San Fernando )1894-1897


Imparcialmente, -si se puede ser imparcial al hablar del barrio de tus abuelos y padres- en la actualidad y después de mutiples novelas y películas televisivas( de TELEVISA) , nuestra parroquia, cuya construcción corrió a costa del sudor y vida de aquell@s ancestros de nuestra gente, ya no satisface las necesidades de éste barrio, pero si de los pudientes  nuevos vecinos de clases más desahogadas, como Camino a  santa teresa, toda vez que los "donativos voluntarios" por celebración religiosa sobrepasa las posibilidades económicas del barrio.


La enseñanza promovida por los trabajadores a partir de 1870, la capacitación para las artes y oficios no solo la promovía el Ministerio de Fomento e Industria. Al mismo tiempo el adiestramiento para el trabajo artístico y manual se efectuaba en las propias sociedades de los trabajadores, ya sea a partir de los distintos talleres establecidos en el edificio de San Pedro y San Pablo o en las cooperativas de producción que fundaron los trabajadores. 
La enseñanza de las primeras letras para niños y adultos estuvo no solo a cargo de la escuela pública o del dueño de la fábrica, sino que a su vez existieron iniciativas por parte de los trabajadores para sostener con fondos propios, escuelas en los barrios cercanos a talleres y fábricas, para alfabetizar y enseñarle algún oficio a cualquiera de los miembros de las familias trabajadoras.
La tradición de la lectura en voz alta se fomentó en los centros de trabajo para que el obrero textil un relato o una noticia del acontecer de aquel entonces.
La labor de la prensa obrera tuvo un gran valor cultural, dieron cuenta asimismo de la diversidad de costumbres que expresaron el propio ambiente laboral existente.
Dichos semanarios manifestaron también sentimientos, anhelos y desventuras del trabajador, tanto de su trabajo, como de su vida cotidiana.
Hacia 1875 Manuel Ibañez era socio mayoritario de la fábrica textil de San Fernando, con una participación considerable al constituirse el Banco Mercantil Mexicano mantuvo niveles de crecimiento aceptables y diversificación productiva y tecnológica después de modernizar su estampado de telas.
El 4 de Enero de 1875 aparecieron en el sector textil del valle de México, multiples brotes huelguisticos: por la supresión de las veladas(trabajo nocturno), en defensa de trabajadores despedidos,o por aumento de salarios. La suspensión de las labores incluyó a las siguientes fábricas:  Miraflores, San Fernando;La Fama Montañesa, La Hormiga; La Colmena y San Ildefonso.
La lucha de los textileros no solo se topó con la incomprensión de y la hostilidad de los periódicos y de las fuerzas oficialistas, sino que incluso hubo de enfrentar fuertes problemas y dificultades con el Gran Círculo de Obreros.
El Gran Círculo Central de dicha organización discutió la cuestión de las sucursales 3 y 12 -San Fernando y La Fama-, y formuló la siguiente resolución : "En base a que los operarios de las fábricas de San Fernando y La Fama...independientemente de las disposiciones de este Gran Círculo se declararon en huelga el 4 de este mes...".
2.- Quedan suspendidas las relaciones de este Gran círculo con las sucursales 3a. y 12a., mientras estas no protesten oficialmente quedar de nuevo sometidas a las prevenciones de nuestros estatutos.
El desarrollo del capitalismo bajo el régimen de Porfirio Díaz estuvo marcado, a pesar de la represión contra toda forma de organización obrera, por más de 250 huelgas, entre las que han quedado registradas. La primera estalló en Abril de 1877 en la fábrica de hilados  de San Fernando, pidiendo aumento de salario.  
Pocos dias después los obreros de la fábrica queretana Hércules, de los señores Rubio se declararon en huelga porque se les pagaba la tercera parte del jornal con vales. Inmediatamente se quejaron con el gobernador del estado, quien suprimió los vales. En represalia los dueños cerraron la fábrica y solicitaron operarios a la ciudad de México, dejando sin trabajo a mas de 1000 personas. 350 emigraron a Tlalpan; los operarios de la Unión Mutua de tejedores del Distrito de Tlalpan  compartieron con ellos su escaso salario, ganado en una larga jornada de 15 horas diarias.En una improvisada asamblea se habló de la falta de protección a los trabajadores.
En  1879  trabajaban en San Fernando 110 hombres, 18 mujeres y 14 niños (142 en total).Para la década de 1880 ya encontramos más de ochocientos operarios.
Siendo el porfirismo una de las principales razones por las cuales el país estalla en la revolución de 1910, es de justicia considerar nuestro barrio como cuna de la revolución, toda vez que es la primera manifestación de inconformidad  33 años antes , inaugurando un régimen que posteriormente se va a revelar en toda su crudeza capitalista.

La fábrica de San Fernando, pese a que su planta productiva se había quemado el 15 Noviembre de 1883 entre las tres y cuatro horas, hora en que los silbatos de las otras fábricas y  las campanas de la parroquia dieron aviso del incendio, solo se consiguió salvar el salón de estampado y la maquinaria; habiéndose contabilizado cinco cadáveres encontrados entre los escombros del edificio sin hacer mención del de un herido que falleció poco después de haberse encontrado ( este hecho  histórico parece ser el que dio como resultado el nombramiento popular  de la actual calle de Once Mártires) quedando sin empleo mas de 350 trabajadores.Se  logró restaurar después del siniestro y se mantuvo trabajando durante la década de 1880, luego de ser adquirida por el industrial y banquero Benito Arenas, quien ya tenía experiencia previa en la rama textil como propietario de la antigua fábrica citadina  de algodón conocida como mercado de Guerrero.y en 1879 como administrador de la fábrica de La Magdalena Contreras.

En Noviembre de 1884, se registró una gran huelga en Tlalpan y en Tizapan, 3000 obreros suspendieron sus labores en señal de protesta por los arreglos de la deuda inglesa. Las autoridades prohibieron el viaje de los tranvias a  Tlalpan para evitar que los huelguistas engrosaran el número de los revoltosos capitalinos. Los dueños de las fábricas de Tlalpan desmintieron la noticia de que se había deportado a Yucatán a uno de los huelguistas. Pero si pudo comprobarse que el presidente de los trabajadores de la fábrica "La Hormiga, (Tizapán) fue recluido en la cárcel capitalina de Belén, y de ahí enviado a San juán de Ulúa.
Dos fueron los motivos de esta huelga: El cese de obreros para ser substituidos por maquinaria, y el haberles rebajado el salario de un peso a cincuenta centavos por quintal.

A principios del año de 1889, nuevamente se declararon en huelga  porque los propietarios pagaban el mismo precio por el trabajo de manta corriente que por el de calicot. Emigraron a México en busca de colocación, y los propietarios fracasaron en el intento de contratar esquiroles en Puebla y en Querétaro; apenas en Mayo de ese año consiguieron doscientos obreros procedentes de guadalajara.En enero de 1890 se suscitó un nuevo conflicto porque se rebajó a los obreros de nueve a quince centavos diarios de su jornal diario, a razón de tres centavos por pieza de manta; según otros porque no  les convino la nueva manta que la empresa quería fabricar. enviaron una respetuosa solicitud al dueño de la fábrica, pero como éste no la atendiera, se declararon en huelga.El jefe político intentó en vano un avenimiento. Los dueños dieron a los obreros un plazo de tres días para que regresaran, amenazándoles con cerrar la fábrica si no lo hacían, a los pocos días se resolvió el conflicto. 
 Los inicios de Noriega Hermanos los encontramos en 1890 con el asturiano Íñigo Noriega Mendoza, tio de Remigio e Íñigo Noriega quienes en 1892 ya era dueños de San Fernando que junto con Metepec, en puebla  produjeron a mediana y gran escala otro tipo de productos textiles para la demanda de las ciudades de México y Puebla incorporándo una renovada maquinaria textil que mantuvo operando la fábrica por lo menos hasta 1904.
En Marzo de 1892, 600 obreros recurrieron a la huelga porque el administrador los maltrataba, insultaba y despedía sin causa justificada.según la empresa y un obrero adicto a ella, las quejas provenían de que el administrador corrigío las inmoralidades que antes había. Los obreros también se quejaron de que se les prohibía introducir agua pura; los defensores del administrador respondieron que desde hacía varios años se bebía en la fábrica agua "un poco sucia". A fines de ese año se suscitó nuevo conflicto porque se multó a seis obreros por faltas insignificantes, regresaron a instancias ( que alguien calificó de "casi paternales") del prefecto político de Tlalpan, pero se despidió a casi una treintena de los que encabezaron la huelga. En Mayo de 1898 se rebajó el salario en San Fernando en 6 centavos la pieza, y un peso en manta tejida; con tal motivo 100 operarios emigraron a Juanacatlán, Jalisco.
De 1849 a 1880 Se observa una gran migración de operarios de la ciudad de México hacia  los centros fabriles del sur del D.F. asi como de Tlalnepantla y Chalco. ademas de un éxodo del centro del pais provenientes de las fábricas del Estado de México, Guanajuato, Querétaro, Puebla y Veracrúz. También operarios extranjeros especializados provenientes de Escocia, España, Francia e Inglaterra.

En 1899, Don Feliciano Cobian se mostraba muy orgulloso de su fábrica de San Fernando, que con 10,000 husos , 350 telares, 25 candas, 10 estrechadoras, 12 veloces surtidos, 2 engomadoras, 15 trociles y 10,000 brocas, rivalizaba con San Antonio Abad y La Fama, en la producción de Hilazas y Mantas de algodón.

En 1907 la maquinaria de la antigua fábrica de San Fernando era transportada hacia Jalisco, comprada por la Compañía Manufacturera de Guadalajara, S.A. de "Rio Grande" en  el Salto, Jalisco

2 comentarios:

  1. TEXTILES AJUSCO ESTABA EN DONDE ES AHORA LA BODEGA DE AURRERA EN INSURGENTES FRENTE A LA ENTRADA A LAS FUENTES BROTANTES, CERRO POR HUELGA...
    ¿SABEN ALGO?

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    1. de textiles ajusco casi no ay datos solo se que pertenecia a los dueños de la fama

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