domingo, 17 de febrero de 2013

MATILDE SOTO LANDETA



 BIOGRAFÍA DEL PERSONAJE
Directora y guionista de cine. Nació en lo que hoy es el Centro Histórico de la 
Ciudad de México, el 20 de septiembre de 1913. Murió el 26 de enero de 1999, en 
la Ciudad de México. Cuando tenía tres años falleció su madre y se trasladó a 
San Luis Potosí, donde la criaron su abuela y su tía. Posteriormente regresó a vivir a 
la Ciudad de México, en donde ingresó como interna a un convento de madres 
dominicas. A los 14 años viajó a Estados Unidos; allí tuvo la oportunidad de ver Old 
San Francisco (Dir. Alan Crosland, 1927) y comenzó su pasión por el cine. Cinco 
años después, gracias a su hermano, el actor Eduardo Landeta, ingresó como 
scriptgirl en 1932. Fue la primera en México que realizó esta labor, y la más 
solicitada y mejor pagada. Durante los doce años que trabajó como script hizo 
más de 70 películas. En 1945 comenzó a hacer asistencia de dirección para los 
grandes directores de ese tiempo: Julio Bracho, Agustín Delgado y Emilio  Indio
Fernández, entre otros. 

 ACTIVIDADES CINEMATOGRÁFICAS 
En 1948, debutó como directora con Lola Casanova, cabe mencionar que para 
poder realizarla debió hipotecar su casa para fundar productora TACMA S.A. de 
C.V., ya que ninguna productora confiaba en que una mujer pudiera realizar 
cine. La película tuvo muchísimos problemas de producción (por ejemplo, le 
robaron un rollo de negativos que nunca pudo volver a filmar) y luego soportó 
una pésima distribución. Después de estar enlatada un año, finalmente se estrenó 
en un cine de segunda, un martes de vacaciones de semana santa y sin previo 
aviso. La negra Angustias (1949), su segundo filme, también sufrió un boicot similar. 
Si bien ya dos mujeres habían dirigido películas en México: Adela Siqueiros y Mimi
Derba, Matilde es la primera directora profesional, con más de una película, 
dedicada enteramente al cine. Matilde Landeta pudo filmar una película más: 
Trotacalles (1951), antes de que numerosos problemas con el sindicato y los 
productores truncaran su carrera; pasarían 40 años antes de que pudiera volver a 
dirigir.
Matilde Landeta aseguró no saber muy bien por qué no se le permitió hacer 
carrera como directora en México. “Demostré ser buena guionista y asistente de 
dirección, pero cuando empecé a dirigir se me cerraron las puertas. Traté de 
resucitar a la mujer verdadera... Mis películas, tanto La negra Angustias como Lola 
Casanova son historias verídicas, basadas en hechos reales, noveladas por un 
buen escritor como fue Francisco Rojas González. Me gustan los personajes de la 
vida real, pero novelados, y si son mujeres, más.“ (Después de 40 años de 
ausencia regresa Matilde Landeta al set cinematográfico. Por Raquel Peguero. La 
Jornada, sección cultura, 31 de julio de 1991. P. 27)

Sin embargo, pese a no poder dirigir, Matilde Landeta nunca dejó de dedicarse al 
cine. En ese tiempo dirigió y escribió 110 cortometrajes de media hora cada uno 
para la televisión estadounidense; esta serie de cuentos traducidos al español 
para toda Latinoamérica llevó por título Howdy Doody. También impartió clases 
de cine en el Instituto Cinematográfico, primera escuela formal de cine, dirigida 
por Celestino Gorostiza, y de Historia del cine en la Academia Andrés Soler. Fundó 
la Sala Tlalpan, en ese barrio, para difundir el cine mexicano. 

Estuvo a cargo de la supervisión de guiones en el Banco de Guiones de la SOGEM 
(Sociedad General de Escritores de México). Escribió los guiones de tres películas; 
por una de ellas,  El Camino de la vida, de Alfonso Corona, en 1957 recibió el 
premio Ariel, en la categoría mejor argumento. “El camino de la vida. Ahí está el 
Ariel. Aunque tardíamente, su labor, fue reconocida a partir de 1975, cuando en 
el marco del Año Internacional de la Mujer se presentó su obra en la Cineteca 
Nacional dentro del ciclo “Mujeres cineastas”. Más tarde presidió, en dos 
oportunidades (1983 a 1984 y 1985 a 1986) la Academia Mexicana de Artes y 
Ciencias Cinematográficas.

Por su larga trayectoria en el cine, Matilde Landeta fue merecedora de los 
siguientes homenajes: En Sorrento, Italia, el grupo feminista “Las nemesíacas” le 
rindió homenaje y exhibió sus películas en el Festival de Cine Femenino (1987); en 
La Habana, Cuba, se le otorgó un diploma de reconocimiento en el VIII Festival 
Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, por ser “una de las pioneras del 
cine latinoamericano hecho por mujeres” (1988); en México se le rindió un 
homenaje, a iniciativa de la SOGEM, de las Secciones de Directores y Autores del 
STPC (Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica) y de la 
Asociación de Realizadores, Directores de Cine, Radio y Televisión. En esta 
ceremonia, se le entregó una placa alusiva a sus 40 años como directora y 
guionista, y a los 56 años dentro de la industria cinematográfica (1988). Recibió 
también la  Medalla Filmoteca en un homenaje rendido por la Dirección de 
Actividades Cinematográficas de la UNAM (1988). En el marco del Festival 
Internacional de Cine de Mujeres “De Cretiel”, que se celebró en 1988 en Paris, 
Francia, se le rindió homenaje, y en 1992, el IMCINE (Instituto Mexicano de 
Cinematografía) le hizo un reconocimiento por su trayectoria.

Finalmente, en 1991 logró volver a dirigir lo que sería su despedida: Nocturno a 
Rosario. Pese a que para entonces ya había recibido varios homenajes y 
reconocimientos en México y en el extranjero, debió hacerse cargo nuevamente 
de la producción —junto con el IMCINE—, para lo cual se vio obligada a vender 
sus tres películas anteriores a España. Ella quiso aparecer personalmente en un 
plano de la secuencia inicial de su última película. De pronto, la vemos cruzar de 
un lado a otro de la pantalla, se presenta entera, como todo lo que significa: 
Matilde Landeta, la más auténtica "primera mujer directora" de cine mexicano 
industrial. Toda una marca de estilo dentro del cine clásico mexicano, y eso con 
sólo cuatro películas en su haber: Lola Casanova, (1948), La Negra Angustias 
(1949), Trotacalles (1951) y Nocturno a Rosario (1991). En 1992, se exhibió en la 
Cineteca Nacional, en el marco de un reconocimiento a su trayectoria, el 
cortometraje Matilde Landeta, realizado por Patricia Martínez.

 FILMOGRAFÍA 
Lola Casanova (Dir. Matilde Landeta, 1948). Guión: Matilde Landeta, Enrique 
Cancino, s/obra homónima de Francisco Rojas González. 
La negra Angustias (Dir. Matilde Landeta, 1949). Guión: Matilde Landeta, s/obra 
homónima de Francisco Rojas González. 
Trotacalles (Dir. Matilde Landeta, 1951). Guión: José Águila, Matilde Landeta, 
s/argumento de Luis Spota. 
El camino de la vida (Dir. Alfonso Corona Blake, 1956). Guión: Matilde Landeta, 
s/argumento de Eduardo Landeta y Matilde Landeta.
Siempre estaré contigo (Dir. Julián Soler, 1958). Guión: Janet Alcoriza, Alfredo 
Varela Varelita, s/argumento de Janet Alcoriza, Matilde Landeta. 

Dunia Rodríguez. Montada entre Libra y Virgo, Matilde Landeta nació en 1910, el año de la Revolución Mexicana, en el seno de una familia que ella calificaba como ultra burguesa. Estudió en el Colegio de las Damas del Sagrado Corazón y se casó con un coronel sonorense, al que unió a su tropa.
La historia de la cinematografía nacional coloca a Matilde Landeta como la mujer pionera en la dirección; la ubica como la encargada de abrir brecha a las nuevas cineastas que hoy -pese a una larga lucha- enfrentan a un mundo creativo dominado por los hombres.
Matilde Soto Landeta condujo su vida a la industria de las ilusiones: el cine, para lograr uno de sus más grandes anhelos: ser directora. Meta que la llevó a abandonar los intereses personales y familiares y hasta disfrazarse de hombre para competir contra “una cultura fálica”.
Incorporada a la industria, primero como “script girl”, luego como asistente, supervisora y más tarde como directora, Matilde es creadora de las películas “Lola Casanova” “La negra Angustias”, “Trotacalles” y “Nocturno a Rosario”, y alrededor de 110 cortometrajes. Trabajo que le dio la satisfacción de ganar un Ariel y decenas de premios y reconocimientos en los principales festivales de cine del mundo, entre ellos, los de Berlín y Australia.
Matilde Landeta solía ser efusiva y colosal en sus apreciaciones sobre la cinematografía actual; hablaba de la urgencia de reformar la ley para proteger las producciones nacionales; exigía a sus colegas ofrecer obras de calidad a un público manoseado por la cultura estadounidense y relataba, siempre, su vida combativa en el medio que escogió para expresarse.
Dedicada por más de 60 años al cine, se le recuerda hoy con sus películas, por sus aportes, por ese carácter bravío que le permitió colocarse en un medio donde rigen y abundan los hombres. A Matilde Landeta se le evoca en el mes uno del año cero al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento.
Matilde Landeta era una mujer amable, muy platicadora; las entrevistas con ella estaban llenas de historia y miles de anécdotas sobre su trabajo y los compañeros con quienes convivió.
Discriminada, sojuzgada por sus compañeros de trabajo tuvo el valor de querer y lograr ser directora, escalón al que ascendió no sin antes tocar miles de puertas y “quedarme colgada de la brocha”, decía.
Metida en el cine hizo largos y cortometrajes, proyectos que nunca abandonó a pesar de que incontables veces la corrieron por ser mujer.
“Cuando yo empecé -contaba- en el cine no se entendía que la mujer podía valerse por sí misma y muchas veces me negaron un acenso por una sencilla razón: ser mujer”.
Aun con todos los contratiempos vividos consideraba haber nacido con “buena estrella” porque recibió el reconocimiento entre la gente del medio y su nombre y sus creaciones la colocaron en la historia del cine nacional.
Con sus obras cinematrográficas, Landeta sacó de las sábanas, de la abnegación, el llanto y el sometimiento la imagen de las mexicanas dada a conocer a través del cine” y proyectó en la pantalla a la mujer “pensante, creativa y con voluntad que no solo está encargada de parir hijos sino de formar a los seres humanos”.
Las mujeres, añadía, “tenemos que decir algo, no hacer cine por hacer sino usarlo como un medio de propuestas, de defensa de derechos. Dar siempre un mensaje envuelto en historias de calidad para el público”.
Reconocía que los dolores e insultos durante su carrera se le olvidaban, porque el mundo la recompensó. Decía haberse portado bien y por ello deseaba una muerte rapidita, no sin antes ver a su país libre de miseria, que México encontrara su propio camino.
Matilde Landeta no pudo ver cumplido su deseo; sin embargo, murió satisfecha consigo misma, con su quehacer en la vida, como una de las mujeres que abrió el camino a las cineastas de hoy.

 ¿POR QUÉ MATILDE LANDETA MERECE TENER SU NOMBRE EN UNA 
DE LAS SALAS DE LA CINETECA NACIONAL? 

Es una mujer excepcional en todos sus sentidos, gran mujer mexicana, que saco 
la casta por todas las féminas donde en sus cintas representa la gran variedad de 
valores que poseen las mexicanas, mujer que a pesar del momento que pasaba el  
mundo dominado por hombres ella supo salir adelante.

Matilde Landeta, la más auténtica "primera mujer directora" de cine mexicano 
industrial. Toda una marca de estilo  dentro del cine clásico mexicano, Hizo 
grandes aportaciones al cine nacional, construyo grandes películas como: Lola 
Casanova, (1948), La Negra Angustias (1949), Trotacalles (1951) y Nocturno a 
Rosario (1991).  Matilde Landeta se hizo por sí misma un lugar como mujer 
directora de cine dentro de un medio absolutamente machista y necio, lleno de 
prejuicios y de interesada misoginia.

Es ejemplo trascendente del proceso de liberación desarrollado por las mujeres 
del siglo XX, alguien capaz de burlar el orden que silencia y hace invisible la 
realidad de las mujeres, en un medio que sólo nos presenta como objetos para el 
deseo y el interés mercantil del macho. 
Matilde narra con ojos de mujer en debate con el orden institucional. Aunque ella 
no es una radical que se autoexcluye del orden del macho patriarcal para generar 
nuevas figuras de sociocultural, sino una liberal crítica que se permite demostrar 
con fuerza su igualdad y su demanda de equidad dentro de ese orden de machos, 
expresa siempre enunciados feministas valiosos, duraderos.

La tesis principal de todas sus películas, tal como ella lo expresó en muchas 
ocasiones, fue: descentrar con ejemplos críticos la imagen de las mujeres como 
sujetos hechos sólo para el deseo y la explotación de los varones, una imagen que 
el cine clásico había fabricado en torno a la figura de la "madrecita mexicana". 

Porque todas las protagonistas del cine de Matilde Landeta son mujeres en 
situación "oblicua" respecto al modelo, mujeres en situación de demostrar que ese 
modelo es en realidad "un cautiverio", "una trampa". De modo que eso hace más 
comprensible por qué el ser de las mujeres tiene que inventarse completamente 
nuevo y diferente, completamente de acuerdo con la mirada y la realidad de las
mujeres autónomas y responsables.
No solo fue la directora de cine también fue un ángel para las mujeres oprimidas, 
sus películas son un buen ejemplo de la cobardía machista.

 Bibliografía 
 escritores.cinemexicano.unam.mx/.../LANDETA_soto_ma..
cinemexicano.mty.itesm.mx/.../matilde_landeta.html
www.filmdirectorssite.com/matilde-so... - 
www.cimac.org.mx/noticias/semanal00/s00010102.html
www.imdb.com/name/nm0484701/ - 

No hay comentarios:

Publicar un comentario